Dia 16 - Creciendo en Gracia

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DOMINGO - 10:00AM & 1:00PM Worship Service | Miércoles - 7:00PM Servicio de Alabanza

by: JULIO GARDUNO

02/16/2024

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Que el Sr les bendiga. Este es el Pastor Garduno y estamos en el Día 16 de nuestro Ayuno de Daniel. Quiero animarlos a mantenerse fieles buscando el rostro del Sr durante este tiempo de ayuno; examinando nuestros corazones a la luz del corazón de nuestro Dios.

La meditación de HOY está titulada de esta manera:

Creciendo en Gracia

Cuando hablamos del “Crecimiento Espiritual” formulamos dos preguntas: ¿Hemos crecido en la gracia? ¿Hemos progresamos espiritualmente?

Cuando hablamos de “Creciendo en Gracia” no queremos decir que el creyente puede crecer en seguridad y aceptación delante del Señor. Crecer en Gracia no tiene que ver nada con el hecho que el creyente sea más justificado o que goce de más perdón y paz de la que dispuso en el momento de su conversión. Nuestra elección y llamamiento delante de Cristo no admite grados de aumento o disminución. Desde el momento en que creímos, nada puede añadirse a nuestra justificación, y nada puede quitársele.

Cuando hablamos de “Creciendo en Gracia” nos referimos a un crecimiento de vigor, fuerza, poder y estatura, de las gracias que el Espíritu Santo ha implantado en el corazón del creyente.

El arrepentimiento, la fe, la esperanza, el amor, la humildad, el celo, el valor, etc. pueden variar de grado e intensidad, y pueden variar sensiblemente en la misma persona en el curso de su vida.

Cuando un creyente “Crece en la Gracia” su consciencia de pecado es mas profunda, su fe más profunda, su esperanza más firme, su amor más real, su espiritualidad más genuina. Tal creyente ha experimentado mas profundamente el poder del Evangelio en su vida y en su corazón.

En armonía con las Escrituras, la vida del creyente debe de experimentar “Crecimiento”:

  • 2ª Tesalonicenses 1:3 → “Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto VUESTRA FE VA CRECIENDO, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás…”.
  • Colosenses 1:10 → “… para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y CRECIENDO EN EL CONOCIMIENTO DE DIOS…”.
  • 1ª Tesalonicenses 3:12 → “Y el Señor os haga CRECER y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, …”.
  • 2 Pedro 3:18 → “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.”.

El “Crecer en la Gracia” es una evidencia elocuente de una verdadera salud espiritual. Claro esta que, si en un niño o en una planta o árbol no vemos crecimiento, sabemos que hay un problema, algo está mal. Una vida saludable crece.

El “Crecer en la Gracia” es uno de los secretos que hace que el creyente sea útil en su servicio para con los demás. Nuestra influencia para el bien depende gran parte, de lo que los demás ven en nosotros. Un creyente enano espiritualmente es aquel que siempre se mantiene con las mismas fallas, con las mismas debilidades, cayendo siempre en los mismos pecados, este no podrá influenciar para bien para otros.

Cuanto es mi deseo que, al examinarnos a nosotros mismos, podamos gozarnos por ese “Crecimiento en Gracia” manifestado en nuestras vidas. Que el Sr les bendiga.

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Que el Sr les bendiga. Este es el Pastor Garduno y estamos en el Día 16 de nuestro Ayuno de Daniel. Quiero animarlos a mantenerse fieles buscando el rostro del Sr durante este tiempo de ayuno; examinando nuestros corazones a la luz del corazón de nuestro Dios.

La meditación de HOY está titulada de esta manera:

Creciendo en Gracia

Cuando hablamos del “Crecimiento Espiritual” formulamos dos preguntas: ¿Hemos crecido en la gracia? ¿Hemos progresamos espiritualmente?

Cuando hablamos de “Creciendo en Gracia” no queremos decir que el creyente puede crecer en seguridad y aceptación delante del Señor. Crecer en Gracia no tiene que ver nada con el hecho que el creyente sea más justificado o que goce de más perdón y paz de la que dispuso en el momento de su conversión. Nuestra elección y llamamiento delante de Cristo no admite grados de aumento o disminución. Desde el momento en que creímos, nada puede añadirse a nuestra justificación, y nada puede quitársele.

Cuando hablamos de “Creciendo en Gracia” nos referimos a un crecimiento de vigor, fuerza, poder y estatura, de las gracias que el Espíritu Santo ha implantado en el corazón del creyente.

El arrepentimiento, la fe, la esperanza, el amor, la humildad, el celo, el valor, etc. pueden variar de grado e intensidad, y pueden variar sensiblemente en la misma persona en el curso de su vida.

Cuando un creyente “Crece en la Gracia” su consciencia de pecado es mas profunda, su fe más profunda, su esperanza más firme, su amor más real, su espiritualidad más genuina. Tal creyente ha experimentado mas profundamente el poder del Evangelio en su vida y en su corazón.

En armonía con las Escrituras, la vida del creyente debe de experimentar “Crecimiento”:

  • 2ª Tesalonicenses 1:3 → “Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto VUESTRA FE VA CRECIENDO, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás…”.
  • Colosenses 1:10 → “… para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y CRECIENDO EN EL CONOCIMIENTO DE DIOS…”.
  • 1ª Tesalonicenses 3:12 → “Y el Señor os haga CRECER y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, …”.
  • 2 Pedro 3:18 → “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.”.

El “Crecer en la Gracia” es una evidencia elocuente de una verdadera salud espiritual. Claro esta que, si en un niño o en una planta o árbol no vemos crecimiento, sabemos que hay un problema, algo está mal. Una vida saludable crece.

El “Crecer en la Gracia” es uno de los secretos que hace que el creyente sea útil en su servicio para con los demás. Nuestra influencia para el bien depende gran parte, de lo que los demás ven en nosotros. Un creyente enano espiritualmente es aquel que siempre se mantiene con las mismas fallas, con las mismas debilidades, cayendo siempre en los mismos pecados, este no podrá influenciar para bien para otros.

Cuanto es mi deseo que, al examinarnos a nosotros mismos, podamos gozarnos por ese “Crecimiento en Gracia” manifestado en nuestras vidas. Que el Sr les bendiga.

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1 Comments on this post:

Laura Galvan

Que el Señor nos ayude a seguir creciendo en Gracia y que ponga en nosotros el querer como el hacer