by:
02/20/2025
0
La Ayuda del Espíritu Santo - 3
El Espíritu Santo nos muestra como hemos de pedir
El Espíritu Santo nos anima a pedir a nuestro Padre celestial lo que en realidad necesitamos. Él también nos lleva a orar por los demás y por sus necesidades. Él nos da fe para creer que el Padre contestará nuestras peticiones.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias.” (Filipenses 4:6).
Tristemente, la realidad es que muchas veces nosotros mismos desconocemos lo que en realidad necesitamos. De modo que el Espíritu Santo, nuestro AMIGO AYUDADOR, está ahí mismo para poner en nuestra mente lo qué hemos de pedir en oración, no sólo para nosotros sino también para los demás.
Dios ha querido obrar a través de nuestras oraciones. Cuando hay una necesidad, Él les dice a sus hijos que oren. Luego, Él hace lo necesario en respuesta a las oraciones de ellos. Así es como Él salva a las almas, envía avivamientos, sana a los enfermos y provee para las necesidades.
Dios nos delega la responsabilidad de orar por nuestras familias, amistades, iglesia, país y mundo. La forma en que cada uno de nosotros oramos afecta la obra de Dios alrededor del mundo.
El Espíritu Santo pudiera impulsarnos a orar por una persona en particular sin decirnos cuál es su necesidad. Quizás la persona esté gravemente enferma, o en gran peligro, o enfrentándose a una terrible tentación, o en una gran necesidad de poder sobrenatural para hacer la obra de Dios. Nuestras oraciones ayudarán a esa persona atribulada.
“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.” (Efesios 6:18).
El Espíritu Santo ora a través de nosotros
El Espíritu Santo orará a través de nosotros en su propio idioma con una intensidad que va más allá de nuestra manera natural de orar. Pudiera tratarse de una necesidad que ha cargado nuestro corazón. O pudiera ser por una necesidad que el Espíritu Santo nos ha dado a conocer dirigiendo nuestra mente para orar al respecto. Lo cierto es, que esta oración brotará de lo profundo de nuestra alma con una gran urgencia.
El Espíritu Santo ruega a Dios por nuestras necesidades o las necesidades de otros. Al orar por otros, pudiera suceder que sintamos una carga como si la desesperante necesidad fuera nuestra. El Espíritu Santo puede orar a través de nosotros como cuando lloramos por alguna necesidad que simplemente no entendemos.
“Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de temor reverente.” (Hebreos 5:7).
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.” (Romanos 8:26-27).
Algunas veces el Espíritu Santo querrá orar a través de nosotros en un idioma que Él y el Padre saben pero que nosotros desconocemos, o simplemente con gemidos que provengan de lo más profundo de nuestra alma.
Cuando el Espíritu Santo ora a través de nosotros, lo hará con los mínimos detalles del problema que no necesariamente necesitamos conocer. Él ─el Espíritu Santo─ asume la autoridad sobre los poderes satánicos que intentaran estorbar nuestras oraciones. Él ─el Espíritu Santo─ reclama la victoria y alaba a Dios por la respuesta. Y Él ─el Espíritu Santo─ expresa en el idioma celestial el amor que nosotros no sabemos expresar.
Pablo enseñó a la iglesia de Corinto que era importante dejar que el Espíritu Santo orara en lenguas a través de ellos, pero que eso no les quitaba la responsabilidad de orar también con el entendimiento. Las dos clases de oración son necesarias.
“Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.” (1ª Corintios 14:2).
“Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento.” (1 Corintios 14:14–15).
“Orad unos por otros.” (Santiago 5:16).
¡Dios nos ofrece la emocionante aventura de trabajar con Él! Permita que el Espíritu Santo lo dirija, que le enseñe a orar y que ore a través de usted. Cuando usted acepte este ministerio, verá muchas respuestas maravillosas a la oración.
Familia de la fe, los invito a meditar en este devocional, y los invito a buscar de Dios la Palabra que Él tiene para cada uno de ustedes. También pueden compartir lo que el Señor les a ministrado en los comentarios de esta nota.
En amor, su servidor: Pastor Garduno.
0 Comments on this post: