El Espíritu Santo nos guía - 1

El apóstol Pablo exhorta a que: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. (Gálatas 5:25). No sólo debemos recibir el Espíritu Santo, sino también debemos andar en el Espíritu.

Al parecer el apóstol Pablo se había enterado de que algunos cristianos no andaban en el Espíritu. A ellos fue que les dio este triste anuncio: “Porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?”. (1ª Corintios 3:3).

En su libro: “El Bautismo en el Espíritu Santo”, Willard Cantelon señala la importancia de andar en el Espíritu:

“No importa cuántos dones espirituales el hombre reciba de Dios,
no logrará nada a menos que ande en el Espíritu”.

El Espíritu Santo viene para mostrarnos la verdad. Pero ¿cómo nos puede mostrárnosla si ignoramos la Biblia, que es la Palabra de verdad? Él ha venido para darnos poder para testificar y poder para orar. Pero ¿cómo puede hacer su gran obra a través de y en nosotros si guardamos silencio con respecto a nuestra fe y somos negligentes en la oración?

Andar en el Espíritu significa: Dejar que el Espíritu Santo nos guíe. La pregunta es ¿cómo es que Él nos guía?

El Espíritu Santo nos guía a través de la Palabra de Dios

Algunos dependen de los horóscopos y otros de adivinos. Pero nosotros contamos con un Amigo que conoce a la perfección el futuro. Él sabe lo que es mejor para nosotros. Él nos ama y quiere guiarnos en todas nuestras decisiones. Él es el Espíritu Santo.

La Biblia es el mapa del camino que el Espíritu Santo usa para guiarnos aun hasta el mismo cielo. Diariamente Él nos ayuda a aplicar las enseñanzas de la Palabra de Dios en las circunstancias en las que nos encontramos. Por eso es importante que leamos nuestra Biblia todos los días.

A veces el Espíritu Santo nos hablará por medio de ciertos versículos mientras que leemos. En otras ocasiones parecerá que un solo versículo bíblico resaltará de la página y nos ministrará de tal manera como si este verso contase con las palabras precisas de aliento o sanidad que necesitábamos.

También el Espíritu Santo nos ayudará a recordar los versículos bíblicos que hemos memorizado. Así que cuando nos veamos tentados a pecar, Él pondrá en nuestra mente un versículo específico como una santa advertencia.

“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.” (Salmo 119:9).

El Espíritu Santo también nos hablará a través de la enseñanza de la Palabra de Dios ―predicada o enseñada en la iglesia, en la radio, en literatura cristiana y en meditaciones como ésta. Estas son algunas de las tantas formas que Él ha escogido para guiarnos a toda verdad.

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” (Juan 16:13).

El Espíritu Santo nos guía a través de la iglesia

Los niños aprenden a caminar, hablar, correr, jugar y trabajar dentro de su familia. Cuando usted nació de nuevo, el Espíritu Santo lo hizo parte de la familia de Dios ―la Iglesia del Señor Jesucristo. Él espera que acepte de sus hermanos en Cristo la ayuda que ellos le ofrezcan.

Cada uno de nosotros encontraremos mucha guía, enseñanza y ayuda cuando tomemos nuestro lugar dentro de una iglesia local. Pero es nuestro deber, el cerciorarnos que esa iglesia sea una iglesia que crea en la Biblia, que la obedezca, y que enseñe y acepte la obra del Espíritu Santo.

Cristo ha puesto en la iglesia a pastores, maestros y otros líderes. El Espíritu Santo los ha capacitado con dones especiales y poder para que puedan hacer bien su trabajo.

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.” (Efesios 4:11–12).

Cada miembro de la iglesia necesita ser lleno del Espíritu Santo. Cuando los líderes y los miembros son guiados por el Espíritu, la iglesia entera puede trabajar en armonía. Cada uno puede hacer su parte eficazmente en el plan de Dios.

Familia de la fe, los invito a meditar en este devocional, y los invito a buscar de Dios la Palabra que Él tiene para cada uno de ustedes. También pueden compartir lo que el Señor les a ministrado en los comentarios de esta nota.

En amor, su servidor: Pastor Garduno.