DIA 20 MEDITACION

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DOMINGO - 10:00AM & 1:00PM Worship Service | Miércoles - 7:00PM Servicio de Alabanza

by: PASTOR GARDUNO

02/22/2025

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El Espíritu Santo nos guía - 2

El Espíritu Santo nos guía a través de los dones espirituales

El Espíritu Santo tiene dones espirituales para todos los cristianos. Él quiere que aceptemos estos dones para que podamos ayudarnos unos a otros.

“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo… Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.” (1ª Corintios 12:4, 7-10).

El Espíritu Santo pudiera darle a su pastor o a otro cristiano lleno del Espíritu Santo el mensaje de sabiduría o de conocimiento que usted necesita. O este mensaje pudiera venirle directamente en la forma de una profunda impresión. O de repente entiende cuál es la voluntad de Dios para cierta situación. De fuera de la mente le viene la revelación de lo que significa un pasaje bíblico y cómo este puede ser aplicado a su problema. El Señor le da las palabras exactas que necesita para ayudarle a otro.

Cuando hablamos del Señor a la gente, o les compartimos de la Palabra de Dios, necesitamos de la dirección del Espíritu Santo. Los padres necesitan palabra de sabiduría de Dios para darle a sus hijos el consejo correcto. La obra del Espíritu es para la vida diaria, no sólo para los momentos de crisis.

“No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.” (Efesios 1:16-17).

“Y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte.” (Éxodo 35:31).

La profecía, los mensajes en lenguas y la interpretación de lenguas son maneras en las que el Espíritu Santo le habla a un grupo. La profecía es el mensaje de Dios en el idioma del que habla. Puede tratarse de algo que sucederá en el futuro o simplemente un mensaje de exhortación y consuelo para los oyentes. A veces el mensaje viene primero en lenguas y luego es interpretado. Estos dos dones juntos son como el don de profecía.

Algunos tienen miedo de estos dones del Espíritu porque han oído decir que hay falsos mensajes. Esto es como negarse a aceptar dinero porque uno pudiera recibir algún billete falso. Satanás siempre ha tratado de confundir a la gente con imitaciones de la obra de Dios. Había falsos profetas en los tiempos de la Biblia y todavía los hay hoy. Pero el Espíritu Santo no quiere que nos neguemos a aceptar sus dones por temor a recibir un don falso o una imitación de la obra de Dios. Dios tampoco quiere que usted sea engañado por las imitaciones de Su obra. Es por eso, que uno de los dones del Espíritu es el discernimiento de espíritus. Este don protege a la iglesia de la obra de los espíritus malignos y de las ideas erróneas de la gente. A veces la gente confunde sus propias ideas con las revelaciones de Dios. Algunos traen terrible confusión cuando dan “mensajes” para decirles a otros con quién deben casarse, adónde deben ir y qué deben hacer. Por eso Dios nos dice que probemos todos los mensajes.

“No apaguéis al Espíritu. 20 No menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Absteneos de toda especie de mal.” (1ª Tesalonicenses 5:19–22).

Los mensajes del Espíritu Santo cumplen con las siguientes normas:

1. El mensaje debe concordar completamente con la Palabra de Dios.

Por ejemplo, un mensaje que le dice a un hombre que tome para sí a la esposa de otro no es posible que sea del Espíritu Santo. El Espíritu Santo ha venido a ayudarnos a obedecer a Dios, no a decirnos que hagamos algo que Dios ha prohibido. La prueba más importante es que concuerde con la Palabra de Dios; todo tiene que ser medido por ella.

2. El mensaje debe ser verdadero.

Si lo que se dijo en un mensaje no es verdad, no es del Espíritu Santo porque Él es el Espíritu de verdad. Las profecías que son del Señor se cumplen.

“El profeta que profetiza de paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, será conocido como el profeta que Jehová en verdad envió.” (Jeremías 28:9).

“Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.” (Deuteronomio 18:21–22).

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad.” (Juan 16:13).

3. El mensaje honrará a Cristo.

“El Espíritu de Dios honra tanto al Padre como al Hijo. El me glorificará.” (Juan 16:14).

“Nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús.” (1ª Corintios 12:3).

4. El mensaje traerá bendición, no confusión.

“El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia…Hágase todo para edificación.” (1ª Corintios 14:4, 26).

5. El que da el mensaje está consciente y es responsable de hacerlo todo en orden

A veces Satanás imita la obra del Espíritu Santo. En el espiritismo los médiums reclaman pasar a un trance y no estar conscientes de lo que dicen cuando otro espíritu los controla. Pero cuando el Espíritu Santo da un mensaje a través de una persona, Él lo hace con la cooperación consciente de la persona. La persona puede decidir cuándo orar y cuándo callar para no interrumpir el mensaje que Dios le ha dado al pastor o a otros. Pablo enseña esta verdad claramente en 1 Corintios 14.

El pastor debe fomentar el uso de los dones del Espíritu Santo, pero al mismo tiempo tiene la responsabilidad de ver que todo se haga en orden y no en confusión. De modo que los que tienen los dones del Espíritu deben reconocer que el pastor es el líder, y no deben resentirse por sus instrucciones o consejos.

“Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; 33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz… 40 pero hágase todo decentemente y con orden.” (1 Corintios 14:32-33, 40).

Familia de la fe, los invito a meditar en este devocional, y los invito a buscar de Dios la Palabra que Él tiene para cada uno de ustedes. También pueden compartir lo que el Señor les a ministrado en los comentarios de esta nota.

En amor, su servidor: Pastor Garduno.

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El Espíritu Santo nos guía - 2

El Espíritu Santo nos guía a través de los dones espirituales

El Espíritu Santo tiene dones espirituales para todos los cristianos. Él quiere que aceptemos estos dones para que podamos ayudarnos unos a otros.

“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo… Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.” (1ª Corintios 12:4, 7-10).

El Espíritu Santo pudiera darle a su pastor o a otro cristiano lleno del Espíritu Santo el mensaje de sabiduría o de conocimiento que usted necesita. O este mensaje pudiera venirle directamente en la forma de una profunda impresión. O de repente entiende cuál es la voluntad de Dios para cierta situación. De fuera de la mente le viene la revelación de lo que significa un pasaje bíblico y cómo este puede ser aplicado a su problema. El Señor le da las palabras exactas que necesita para ayudarle a otro.

Cuando hablamos del Señor a la gente, o les compartimos de la Palabra de Dios, necesitamos de la dirección del Espíritu Santo. Los padres necesitan palabra de sabiduría de Dios para darle a sus hijos el consejo correcto. La obra del Espíritu es para la vida diaria, no sólo para los momentos de crisis.

“No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.” (Efesios 1:16-17).

“Y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte.” (Éxodo 35:31).

La profecía, los mensajes en lenguas y la interpretación de lenguas son maneras en las que el Espíritu Santo le habla a un grupo. La profecía es el mensaje de Dios en el idioma del que habla. Puede tratarse de algo que sucederá en el futuro o simplemente un mensaje de exhortación y consuelo para los oyentes. A veces el mensaje viene primero en lenguas y luego es interpretado. Estos dos dones juntos son como el don de profecía.

Algunos tienen miedo de estos dones del Espíritu porque han oído decir que hay falsos mensajes. Esto es como negarse a aceptar dinero porque uno pudiera recibir algún billete falso. Satanás siempre ha tratado de confundir a la gente con imitaciones de la obra de Dios. Había falsos profetas en los tiempos de la Biblia y todavía los hay hoy. Pero el Espíritu Santo no quiere que nos neguemos a aceptar sus dones por temor a recibir un don falso o una imitación de la obra de Dios. Dios tampoco quiere que usted sea engañado por las imitaciones de Su obra. Es por eso, que uno de los dones del Espíritu es el discernimiento de espíritus. Este don protege a la iglesia de la obra de los espíritus malignos y de las ideas erróneas de la gente. A veces la gente confunde sus propias ideas con las revelaciones de Dios. Algunos traen terrible confusión cuando dan “mensajes” para decirles a otros con quién deben casarse, adónde deben ir y qué deben hacer. Por eso Dios nos dice que probemos todos los mensajes.

“No apaguéis al Espíritu. 20 No menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Absteneos de toda especie de mal.” (1ª Tesalonicenses 5:19–22).

Los mensajes del Espíritu Santo cumplen con las siguientes normas:

1. El mensaje debe concordar completamente con la Palabra de Dios.

Por ejemplo, un mensaje que le dice a un hombre que tome para sí a la esposa de otro no es posible que sea del Espíritu Santo. El Espíritu Santo ha venido a ayudarnos a obedecer a Dios, no a decirnos que hagamos algo que Dios ha prohibido. La prueba más importante es que concuerde con la Palabra de Dios; todo tiene que ser medido por ella.

2. El mensaje debe ser verdadero.

Si lo que se dijo en un mensaje no es verdad, no es del Espíritu Santo porque Él es el Espíritu de verdad. Las profecías que son del Señor se cumplen.

“El profeta que profetiza de paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, será conocido como el profeta que Jehová en verdad envió.” (Jeremías 28:9).

“Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.” (Deuteronomio 18:21–22).

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad.” (Juan 16:13).

3. El mensaje honrará a Cristo.

“El Espíritu de Dios honra tanto al Padre como al Hijo. El me glorificará.” (Juan 16:14).

“Nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús.” (1ª Corintios 12:3).

4. El mensaje traerá bendición, no confusión.

“El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia…Hágase todo para edificación.” (1ª Corintios 14:4, 26).

5. El que da el mensaje está consciente y es responsable de hacerlo todo en orden

A veces Satanás imita la obra del Espíritu Santo. En el espiritismo los médiums reclaman pasar a un trance y no estar conscientes de lo que dicen cuando otro espíritu los controla. Pero cuando el Espíritu Santo da un mensaje a través de una persona, Él lo hace con la cooperación consciente de la persona. La persona puede decidir cuándo orar y cuándo callar para no interrumpir el mensaje que Dios le ha dado al pastor o a otros. Pablo enseña esta verdad claramente en 1 Corintios 14.

El pastor debe fomentar el uso de los dones del Espíritu Santo, pero al mismo tiempo tiene la responsabilidad de ver que todo se haga en orden y no en confusión. De modo que los que tienen los dones del Espíritu deben reconocer que el pastor es el líder, y no deben resentirse por sus instrucciones o consejos.

“Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; 33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz… 40 pero hágase todo decentemente y con orden.” (1 Corintios 14:32-33, 40).

Familia de la fe, los invito a meditar en este devocional, y los invito a buscar de Dios la Palabra que Él tiene para cada uno de ustedes. También pueden compartir lo que el Señor les a ministrado en los comentarios de esta nota.

En amor, su servidor: Pastor Garduno.

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