La llenura del Espíritu Santo

Hemos aprendido que el Espíritu Santo es un don. ¿Cuándo es, que estamos listos para recibir este don? En su libro: “Claves para una vida más profunda”, A.W. Tozer nos da una excelente pauta:

Primero, nos dice que debemos estar “seguros de que la experiencia de ser llenos es en realidad posible”. Debemos tener la convicción de que no es nada extraño ni raro. Debemos ver que es la obra correcta de Dios, un don que nos llega por la obra de Cristo para salvarnos. Si leemos y estudiamos lo que dice la Biblia acerca del ser llenos del Espíritu Santo, nuestra convicción será fuerte.

Segundo, Tozer dice que debemos desear ser llenos del Espíritu Santo. La pregunta es: “¿Está verdaderamente dispuesto a dejar que el Espíritu de Dios sea Señor de su vida?” ¿Está dispuesto a renunciar al orgullo, la jactancia y el egoísmo? ¿Está dispuesto a obedecer la Palabra de Dios escrita? ¿Está dispuesto a ser probado y disciplinado? Si usted no puede contestar estas preguntas con un “sí” lleno de entusiasmo, entonces examine sus motivos. Quizás sólo quiere la emoción que da el poder o la victoria. Pero si pudo contestar positivamente, entonces ¡usted está listo para ser lleno del Espíritu Santo!

¿Sabía que todavía Dios está derramando de Su Espíritu Santo sobre las gentes como en el día de Pentecostés? La profecía de Joel se cumplió en parte entonces y en una medida mayor ahora.

“Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; ¹⁸ Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.” (Hechos 2:17–18).

¿Quiénes están siendo llenos del Espíritu Santo? Los que tienen hambre y sed de Dios reciben el bautismo. Muchos ayunan para poder pasar más tiempo en oración. El hambre del alma se ha hecho más importante que la del cuerpo.

“Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.” (Salmo 42:2).

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. ³⁸ El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. ³⁹ Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.” (Juan 7:37–39).

El Espíritu Santo está llenando a los que quieren que Él tome control de su vida. Ellos rinden mente, emociones, voluntad y cuerpo para que Dios pueda usarlos en cualquier manera que Él decida.

Familia de la fe, los invito a meditar en este devocional, y los invito a buscar de Dios la Palabra que Él tiene para cada uno de ustedes. Muchas gracias por ser parte de este tiempo tan especial.

En amor, su servidor: Pastor Garduno.