Salmo 51:13-15

RV60 → “Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti. ¹⁴ Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia. ¹⁵ Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.”.

NTV → “Entonces enseñaré a los rebeldes tus caminos, y ellos se volverán a ti. ¹⁴ Perdóname por derramar sangre, oh Dios que salva; entonces con alegría cantaré de tu perdón. ¹⁵ Desata mis labios, oh Señor, para que mi boca pueda alabarte.”.

NBLA → “Entonces enseñaré a los transgresores Tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a Ti. ¹⁴ Líbrame de delitos de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación, entonces mi lengua cantará con gozo Tu justicia. ¹⁵ Abre mis labios, oh Señor,
 Para que mi boca anuncie Tu alabanza.”.

En nuestro devocional de este día, veremos tres llamados muy especiales, los cuales nos bendecirá el caminar en ellos:

Un llamado a testificar

Hemos sido llamados a enseñar a otros sobre los caminos de Dios: “Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, …”. Una vez perdonados, es nuestro deber contar a otros de las muchas misericordias de Dios y lo que Él ha hecho en nosotros. Tenemos que dar testimonio a las gentes que también hemos estado sumergidos en un pozo cenagoso de maldad, pero gracias la obra de Cristo en la cruz a favor de la humanida, no solo nuestros pecados han sido perdonados sino ahora nuestro espíritu ha sido renovado y nuestra relación con Dios restaurada. ¡Gloria a Dios por eso!

Tenemos el deber, basado en la misericordia de Dios de contar esta gran noticia a los demás. ¿Cómo podemos callarnos cuando se nos ha dado un regalo tan grandioso? ¿Cómo no compartir con otros la gran noticia del amor inagotable de Dios?

Una certeza tenía David en su corazón con respecto a este deber, y él tenía la seguridad de los resultados: “… y los pecadores se convertirán a ti.”. Esta seguridad no provenía de las capacidades o habilidades de David para persuadir a los pecadores, sino venia el poder transformador de Dios al hablar simplemente de lo DIOS hiso en su vida.

Recordemos: ¡Todos hemos sido llamados a testificar!

Un llamado a caminar en mansedumbre

Ahora David tiene un panorama diferente de sí mismo, ahora él sabe que es débil y necesita de la gracia de Dios día a día, momento a momento. Por eso levanta una petición más a su favor: “Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación”. David, ahora entiende que cegado espiritualmente es capaz de derramar sangre inocente. Eso fue exactamente lo que terminó haciendo Caín, mato a su hermano Abel, aun a pesar de recibir una advertencia de Dios para que no procediera con maldad:

Génesis 4:6-7 NTV → “¿Por qué estás tan enojado? —preguntó el Señor a Caín—. ¿Por qué te ves tan decaído? ⁷ Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo.”.

Tú y yo pudiéramos vernos exceptos de tal pecado y sentirnos incapaces de privar de la vida intencionalmente a alguien en un día futuro, PERO debemos recordar la enseñanza de Jesús para nosotros:

Mateo 5:21-22 NTV → “Han oído que a nuestros antepasados se les dijo: “No asesines”. Si cometes asesinato quedarás sujeto a juicio. ²² Pero yo digo: aun si te enojas con alguien, ¡quedarás sujeto a juicio! Si llamas a alguien idiota, corres peligro de que te lleven ante el tribunal; y si maldices a alguien, corres peligro de caer en los fuegos del infierno.”.

Esta plegaria de David nos recuerda que debemos mirarnos con mansedumbre, no dando lugar a tener un concepto mas alto de nosotros mismos de que debemos tener. ¡Sin la gracia de Dios alrededor nuestro, somos una amenaza! No nos soltemos de Cristo.

Un llamado para alabarle

“… cantará mi lengua tu justicia. ¹⁵ Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.”. Por todo lo que esta sucediendo en la vida del salmista desde el comienzo de esta plegaria, podemos resumir:

Si el Señor te ha declarado tu maldad, alábale.

Si el Señor ha escuchado tu clamor, alábale.

Si el Señor ha perdonado, alábale.

Si el Señor ha limpiado tu iniquidad, alábale.

Si el Señor te ha dado un nuevo corazón, alábale.

Si el Señor no ha apartado su presencia de ti, alábale.

Si el Señor te ha llamado para que le sirvas, alábale.

Si el Señor te ha sostenido para que no caigas, alábale.

Oremos para que sea el Señor mismo llenando nuestros corazones y labios de una alabanza debida a su nombre. Él ha hecho grande cosas en medio de sus santos.

Familia de la fe, los invito a meditar en esta porción bíblica: Salmos 51:13-15 en las versiones que les hemos compartido, y los invito a buscar de Dios la Palabra que Él tiene para cada uno de ustedes. También pueden compartir lo que el Señor les a ministrado en los comentarios de esta nota.

En amor, su servidor: Pastor Garduno.